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Prueba del Citroën C-Elysée, un modelo en un principio pensado para mercados emergentes, pero que también se comercializa en España, donde por cierto es fabricado. Es el modelo ideal para aquellos a los que ir del punto A al B al precio más económico es lo más importante.
Que la berlina esté al alcance de todos. Este es el objetivo final de la presentación del Citroën C-Elysée. Producido en la central que la firma francesa tiene en Vigo, este modelo «tricuerpo» nació en un momento difícil (2012) y se convirtió en la alternativa racional para aquellos usuarios que buscaban una relación calidad-precio notable.
La idea de la firma francesa es que el coche sea barato de fabricar, que no es lo mismo que plantear un vehículo low cost. Para ello han utilizado la plataforma de PSA para el segmento B, que utilizan el Citroën C3 o el Peugeot 208. Una elección que reduce su coste a la vez que aumenta su competitividad en el segmento superior. Lo consigue al ofrecer unas dimensiones de 4,44 metros de largo, 1,74 metros de ancho y un maletero de 506 litros que nada tiene que envidiar a berlinas de mayor tamaño.
Diseño racional
El diseño exterior del nuevo C-Elysée no presenta ningún elemento que le haga sobresalir. La parrilla frontal cromada cuenta con una amplia calandra que aporta deportividad, al mismo tiempo que mantiene una línea sobria. La zaga reafirma la personalidad del modelo y se abomba a la altura del portón, que al abrirse ofrece una buena accesibilidad a un maletero considerable.
El interior sigue la orden de reducir costes y presenta un salpicadero robusto de una sola pieza. A pesar de estar decorado con plásticos duros que aumentan su calidad, en el habitáculo se nota el ahorro en detalles. Eso sí, el espacio y confort están asegurados gracias a la amplia distancia entre ejes (2,65 m). El modelo se comercializa con dos niveles de acabado que respetan en todo momento la filosofía económica del modelo; Seduction y Exclusive.
Buena opción
El nuevo C-Elysée cuenta con tres motorizaciones de gasolina y una diésel. Los propulsores de gasolina empiezan en el PureTch de 82 CV, el Pure Tech 82 CV con sistema start&stop ETG y el 1.6 VTi de 115CV. El motor diésel 1.6 HDi, que ofrece 100 CV ligados a un cambio manual de cinco velocidades, es el más recomendable. Tiene un comportamiento noble que junto con el chasis reforzado y la suspensión firme se traduce en una conducción agradable a la par que eficiente. Pensado para países con condiciones extremas, el Citroën C-Elysée es un modelo robusto, que aguanta carreteras en mal estado pero se adapta perfectamente a las mejores autopistas.
Sobre el papel, el C-Elysée lo tiene todo para quienes contemplen en la compra de una berlina media el precio de adquisición, el de mantenimiento y valoren al máximo la polivalencia de uso.
Nuestra prueba se centra en la versión turbodiésel BlueHdi de 100 CV, potencia media en la gama ofrecida, que garantiza respuestas suficientes para emprender recorridos largos por carretera. Este mismo coche es ofrecido con un motor de potencia inferior, el tricilíndrico PureTech de gasolina de 83 CV, escasa en cuanto a respuestas pero que hace partir al C-Elysée de un precio de acceso muy bajo que apenas rebasa los 13.000 euros que, con las ofertas de la marca, puede incluso bajar de los 10.000.
Pero para quienes prevean hacer un uso intensivo en cuanto a kilómetros recorridos, será el motor turbodiésel el más recomendable ya que, a sus mejores respuestas a bajo y medio régimen, añade un consumo homologado por debajo de los 4 litros a los cien.
Al entrar en el C-Elysée constatamos un diseño sencillo, con pocos alardes estilísticos y con una calidad de materiales correcta sin más. Otro tanto decir del equipo, que incluye lo necesario pero sin que tampoco echemos nada en falta en cuanto a seguridad y para el habitual uso cotidiano. Incluso dispone de algunos sistemas sofisticados como el control de velocidad de crucero o el aviso de baja presión de neumáticos.
Lo mejor del interior está sin duda detrás, con unas plazas de buena amplitud y generosa distancia para las piernas de los ocupantes. A lo que hay que añadir un profundo maletero de gran capacidad digno de una berlina de segmento superior. El único pero en este aspecto es que sólo puede abrirse desde el interior mediante un botón eléctrico, lo cual no resulta muy práctico cuando nos acercamos cargados con la compra o el equipaje.
Una vez en carretera apreciamos dos excelentes características ruteras del C-Elysée. La primera es una insospechada comodidad de marcha, favorecida por un tarado muy suave de los amortiguadores. Sin ninguna pretensión deportiva en su faceta comercial, el C-Elysée prima ante todo una amortiguación de buen filtrado y evitar reacciones bruscas de la suspensión. Faltaría una mejor insonorización del habitáculo para conseguir un interior realmente sobresaliente en este aspecto, pero a ciertas velocidades o con el motor frío, se filtran bastantes ruidos y vibraciones al interior.
Las sensaciones de conducción son muy neutras, con una dirección algo imprecisa y un cambio con desarrollo de gran desmultiplicación en sus relaciones finales para favorecer los consumos a velocidad de crucero. Y es precisamente por ahí que llegan las satisfacciones porque pronto comprobamos gracias al ordenador de a bordo que es muy fácil mantenerse por debajo de los seis litros a los cien y, si realizamos una conducción más cuidadosa, acercarse a los cinco.
Si hay una alternativa lógica y rentable en el segmento de las berlinas medias, se trata sin duda del C-Elysée. Por debajo en precio está todavía el imbatible Dacia Logan pero el Citroën C-Elysée, sensiblemente más grande en tamaño, es también más refinado en cuanto a diseño y más completo en su dotación de equipamiento.
Bien equipados
Con dos acabados Seduction y Exclusive la gama del Citroën C-Elysée es sencilla pero desde la básica viene con ABS con Ayuda a la Frenada de Emergencia con repartidor electrónico de frenada, ESP (control dinámico de estabilidad), Ayuda a la salida en pendiente (solo el automático ETG), Dirección asistida eléctrica, Aire acondicionado, Volante regulable en altura, Ordenador de a bordo sencillo pero útil, Radio CD MP3 RDS con pantalla integrada y 4 altavoces, Connecting Box que comprende un kit manos libres Bluetooth, toma audio y USB, Detector de neumáticos poco inflados, Indicador de cambio de marcha útil para una conducción ecológica y Limitador y regulador de velocidad entre otros. La otra versión más alta, Exclusive añade Aire acondicionado con display digital, Función AC/MAX para una refrigeración rápida bastante eficaz, Apoya brazos central delantero, Volante y pomo de la palanca de cambios forrado en cuero, Llantas de aluminio 16 y el sistema de Ayuda al estacionamiento trasero.
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Fuente: coches.net, elperiodico, abc, auto-bild