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El Salón de París de 1974 abría sus puertas cuando se presentó el novedoso Citroën CX. Su particular diseño rompió moldes y mantenía el estilo estético atrevido de los Citroën de aquella época. Además, el CX traía consigo novedades técnicas como el motor turbodiésel, la dirección asistida o un bajo nivel de coeficiente aerodinámico.

 

El Citroën CX es una de esas berlinas que marcaron época. Estilo, prestaciones y una búsqueda de eficiencia novedosa hasta la fecha. Era el año 1974 y la Crisis del Petróleo amenazaba una industria fundamental como la del automóvil. El Salón de París de ese mismo año iba a contar con una berlina como estrella: se presentaba el Citroën CX. Tras el éxito e influencia del Citroën DS, o más conocido como Tiburón, la tarea de sustituirle no iba a ser nada fácil, y ya no solo el estilo debía estar a la altura, las novedades tecnológicas, también.

 

Presentado en el Salón del Automóvil de París en 1974, el Citroën CX 2000 pronto destacó por su confort, su ergonomía y su comportamiento en carretera, características que le llevaron a obtener, en el año de su lanzamiento, los galardones de ‘Coche del Año en Europa’, el ‘Premio a la Seguridad’ y el ‘AwardAuto Style’, por su estilo innovador.

 

Diseñado por Robert Opron, esta berlina de 4,63 metros de longitud fue la primera que equipó un motor diésel en la historia de Citroën. Con la crisis del petróleo de 1973, la marca, preocupada por los costes de utilización de sus automóviles, desarrolló motores eficientes, que proporcionaban consumos más bajos junto a un mayor agrado de conducción. La aerodinámica no es ajena a estos éxitos, como demuestra el nombre de este modelo, CX (tenía una nivel de coeficiente aerodinámico de 0,35cx) que ilustra la baja resistencia al aire de este vehículo. Con este modelo, Citroën conquistó los principales mercados europeos, ofreciendo una alternativa a los vehículos de gasolina

 

El Citroën CX fue también el primer modelo francés en equipar un motor diésel turbo, aunque la gama contaba con numerosas opciones mecánicas, comenzando su andadura con dos versiones heredadas del Citroen DS, un dos litros con carburador de 102 CV y un 2,2 litros también con carburador y 112 CV. En los próximos años aparecerían nuevas versiones como la más lujosa Pallas, la Prestige, que aumentaba su longitud, la break de 1975 o la más deportiva conocida como GTi, que montaba un motor de 168 CV y alcanzaba los 220 km/h.

 

Pero sin duda su característica más renombrada fue el alto confort de marcha que le otorgaba la suspensión hidroneumática, heredada también del ‘Tiburón’. Esta suspensión mantenía la altura constante, evitando el balanceo en curva y mejorando también el comportamiento dinámico. Del Citroën SM heredó la dirección asistida en función de la velocidad y un puesto de conducción futurista donde todos los elementos quedaban a mano del conductor. En 1985 sería el primer vehículo francés que equipaba el sistema de frenos ABS. En definitiva, una berlina que marcó una etapa importantísima en la marca del ‘doble chevrón’ y que en sus 17 años que estuvo a la venta, vendió cerca de 1,2 millones de ejemplares.

 

Fuente: motoryracing.com, autobild.es

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Vídeo de una prueba muy interesante. Si sabes holandés lo vas a entender todo, pero si no tienes ni idea de ese idioma puedes ver el vídeo completo porque las pruebas se entienden a la perfección y no tienen desperdicio.

Se enfrentan un Fiat Croma TD, un CX 25 TRD Turbo 2, un Mercedes-Benz 300d y un Audi 100 CC TD y por lo que parece el CX sale vencedor de la prueba. No os lo perdáis, seguro que a más de uno le trae buenos recuerdos.

 

 

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