Es el primer triple lanzamiento que se producirá en la factoría gallega, resultado del acuerdo de PSA con General Motors para renovar la gama de vehículos comerciales
La dirección de PSA ha comunicado hoy su decisión de realizar la nueva furgoneta K-9 en su planta de Vigo. Esta importante decisión llega después de los complicados ajustes tomados en la planta de Peugeot Citroën en Balaídos, que ha supuesto entre otras medidas una reducción salarial de la plantilla, precisamente con el objetivo de lograr nuevos vehículos.
Esta adjudicación se resuelve tras meses de incertidumbre en la que la factoría de Balaídos ha tenido que rivalizar con el centro de producción de Trnava, en Eslovaquia. Una de las grandes bazas de la planta eran los costes salariasles (19 euros la hora en la planta gallega, tras la bajada, frente a los 10 euros por hora en Trnava); pero también las ayudas públicas. El Gobierno eslovaco ofrecía exenciones fiscales de hasta un 30 % en el impuesto de sociedades que pagan los grupos automovilísticos. Pero finalmente la propuesta de Vigo fue la triunfadora después de un reajuste importante.
La decisión ha sido anunciada en París al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien ha destacado que «la alianza entre la fábrica de Vigo, la automoción gallega y la Xunta permite la mejor noticia posible para un sector decisivo de la economía gallega: estabilidad, certeza y perspectivas de futuro para el sector de la automoción, de lo que viven 19.000 familias en Galicia».
De la adjudicación de este modelo dependía la puesta en marcha de un ambicioso plan industrial que, en palabras anteriores del director de PSA, «transformará profundamente la planta de Vigo y la situará en posición de recibir nuevos modelos en el futuro».
Más de 600 millones de inversión
La importancia del proyecto industrial asignado radica en que se trata del primer triple lanzamiento que se producirá en la factoría gallega, resultado del acuerdo establecido entre PSA Peugeot Citroën y el grupo General Motors para renovar la gama de vehículos comerciales. De este modo, en el 2018 la factoría gallega lanzará los nuevos vehículos bajo las marcas Peugeot, Citroën y Opel. El volumen de producción previsto es de 250.000 unidades al año, una carga de trabajo que Vigo tendrá que compartir con la planta lusa de PSA en Mangualde.
La planta gallega partía como favorita para ganar la adjudicación, que irá acompañada de una elevada inversión para el proceso de desarrollo e industrialización del producto. La multinacional no quiere dar cifras oficiales de la cantidad asignada, pero fuentes de sector aseguran que no bajará de los 600 millones de euros. Ponen como referencia el lanzamiento de las furgonetas Citroën Berlingo y Peugeot Partner adjudicado a la factoría viguesa (lanzadas en el 2008 y todavía en el mercado hasta que llegue el relevo, en el 2018). La inversión realizada entonces ascendió a 660 millones de euros: 326 millones destinados al desarrollo de los dos modelos y 334 millones correspondientes al gasto en acciones de investigación y desarrollo.
En el 2009, el grupo PSA presentó un plan a cuatro años dotado con 1.062 millones de inversión, para un total de cuatro lanzamientos: la nueva gama de berlinas, la segunda generación del monovolumen C4 Picasso y las furgonetas eléctricas. Para este multilanzamiento, el grupo francés recibió 40 millones de euros de la Xunta de Galicia a fondo perdido.
Fuente:lavozdegalicia.es